Este fin de semana se celebra en la primera Villa de Bizkaia el Mercado Medieval en su XX edicion. Puestos a ir con la familia, que mejor que madrugar un poco y aprovechar sus algo mas de 30km de separacion para intuir una ruta lo menos asfaltera posible, intentando tocar el maximo de pista y sendero de montaña. A priori el dia pinta bueno, y la ruta visualizada la noche anterior en wikiloc, pues ya esta en el reloj por si me tiene que servir de guia.
Salgo temprano, son las 6:30 pasadas cuando piso el firme y desciendo por las calles colindantes al Parque Juan de Urrutia hasta coger la calle etxegoien, que me lleva directamente a seguir el itinerario de la GR-284 hasta Quejana. Es repeticion de 8 mayos en Orduña, y como si de un capitulo de «The walking dead», me veo de protagonista en uno de sus escenarios con zombies pasandome por al lado. Puro espectaculo ver los toros desde la barrera.
TRACK: 2017.05.14 Amurrio Balmaseda a ritmo medieval
Llego a la Ikastola y continuo siempre siguiendo las marcas blancas y rojas, que me llevan al Alto de la Cadena, en donde me toca seguir un tramo de carretera hasta coger el desvio a Izoria, señalizado con un cartel. Esta zona tiene bastante peligro, y quiza los promotores del sendero debieran de velar por la seguridad de los usuarios y buscar otro itinerario, que aunque quizá algo mas duro, fuera mas sano y seguro para evitar la carretera general. Mientras voy pensando esto, me acerco en bajada hasta Izoria, donde me entra la duda de por donde continuar. En el mapa online, marca continuar por donde voy yo, detras de la iglesia, sin embargo me encuentro una señal de camino erroneo por ahi, por lo que quiza se debiera revisar lo que esta en el camino con lo que se pone en los medios de difusion del sendero. Como iba con la leccion aprendida enseguida cojo el camino, que en dicho cruce no esta bien marcado, y es un poco dificil ver la marca de continuidad dentro de la calle.
Hecho esto, el resto de sendero por asfalto perfecto, y al llegar al desvio del mismo hacia pista de grijo tambien muy bien marcado. Paso entonces al bosque que hay bajo el monte Asnos, y por donde transcurre el sendero, primero en un senderito encachado y mas tarde siguiendo la linde con una campa, siempre por fuera de la misma. En esta zona me encontré un mastin que parecia un poni con un collar de madera triangular, supongo que para no pasar la cabeza a nuestro lado y que nos comiera; dicho sea de paso, unicamente me ladraba desde mas de 2m a la valla, yo creo que porque tenia el mas miedo que yo a él.
Esta zona tiene las marcas recientes y es un camino muy bonito que transcurre por el bosque, saliendo a alguna zona donde el sol nos da pequeños abrazos de calor en una mañana seca pero fresca aun. Proseguimos sin problemas por las faldas del Eskoritas y enseguida cogemos el camino que nos devuelve a la carretera de Menoyo, en donde dejamos de lado la GR-284 para proseguir por las inmediaciones de Los Arcos de Quejana, apareciendo en el barrio de Beotegi.
De Beotegi a Retes de Llanteno es un paseito por pista de grijo-hormigon que no tiene perdida, salvo una pequeña «Y» que salvamos sin dificultad gracias a que llevo activado el seguimiento del track en el reloj; si si, en el reloj, ese que muchos decis que es un dineral, que si es de pijos, que si para que lo quieres, que si tal. Y siempre digo que es una inversion, que aunque no lo parezca tiene mucho que ofrecer y que yo voy a usarlo, pues hoy es el dia en que siguiendo un track, le saco partido a esta funcion del reloj.
Salgo de la carretera de Retes por la carretera que sube al barrio de Costera (Opellora), un muro de asfalto que da acceso a los habitantes de este barrio y que te pone los cuadriceps y los gemelos a tono. Antes de Costera me detengo en lo que se conoce como Mendeika, donde encuentro un banco con vistas a la naturaleza, y donde poder parar a simplemente contemplar la vida pasar; invertiria parte del tiempo en estar ahi al menos una tarde de sol, con buena compañia, nevera con refrigerio y algo de picoteo, mientras la charla ameniza la estancia. Pero se desvanece rapido, cuando retomo el ritmo de subida, tranquilo y controlado, hasta llegar a Costera, donde nuevamente hago uso del track para no equivocarme en el camino.
Pasado Opellora, dejo atras la ultima granja, saludando al dueño, que ya se va, despues de haber realizado el ordeño matutino de sus reses. Continuo hacia delante y no hago mas que escuchar mugir una vaca, que veo al de nada, encaramada en la campa, y mirando al camino. Lo que viene ahora es algo especial, algo que te devuelve la naturaleza, quizá por madrugar, quizá porque te tocaba. Hay un ternero en el camino, posado, inmovil, mojado, no se puede ni mover, aun conmigo al lado, y la vaca se pone nerviosa.
Lo primero que pienso es en volver a avisar, pero el señor se ha ido; estoy solo, bien vestido, inmaculado, sin apenas mojar la camiseta, pero esta madre quiere estar con su ternero, chuparle, darle de mamar, insistirle en que se levante; solo me queda coger el ternero y acercarlo a la berja de acceso a la campa. Consigo coger el ternero de la mejor manera posible con las patas en mis brazos, lo muevo hasta la berja. La madre me va siguiendo en todo momento, y me doy cuenta que desde que he llegado no he dejado de hablar con la vaca, como si fuera un toro, o como si fuera otro animal, y siento que la vaca me entiende. Ahora llega la parte dificil, abrir la berja y meter el ternero dentro, sin que la vaca salga o me arrolle; no olvidemos que es un animal, que acaba de parir (aun tiene el ternero el cordon umbilical colgando y la madre la placentra saliendo) y quiere proteger a su vastago. Sigo hablando con la vaca, me incorporo, la toco la cara, la hablo, la pido que se eche para atras…… me hace caso, esta mas tranquila, y procedo a abrir la puerta, se acerca, pero me deja volver a coger al ternero y dejarlo al lado de la puerta. Enseguida se acerca, lo lame, me mira, me lame el brazo, siento que es su forma de agradecer este acercamiento, siento que nos hemos comunicado, siento….todos los liquidos de la placenta en mis brazos, camiseta, manguitos, etc… pero me da igual, con el dia que hace enseguida se seca. Sigo mi camino, satisfecho, contento, feliz….
Prosigo por la pista, cojo un par de desvios y enseguida me planto en el alto de la petaratxe. Ahora toca seguir la carretera hasta entrar en Artziniega. Creo que despues del reventon de coger el ternero, me merezco un pintxo y un cafe. Y asi lo hago. Pero antes de abandonar el nucleo urbano, relleno los botellines, echo sales y me pongo en marcha camino de La Encina. Me llaman las chicas, que ya van de camino, y entonces aprieto un poco para que me cojan arriba de la encina y asi poder parar en la entrada a un camino. Les habia pedido ropa, pero al final no me cambio, dejo algunas llaves y bebo agua que me traian, pero el resto de material lo dejo, ya que lo llevaré en el proximo evento deportivo oficial.
Unas se van a ritmo de caballos en la calesa, y otro que sale al trote nuevamente camino de la Villa. Ahora toca un tramo de carretera hasta llegar al desvio para Arza, en donde la idea es subir por la zona del Encinal hasta el Arbalitza, y de ahi tirarnos por la norte de nuevo en caida para Balmaseda. Pero el tiempo me aleja de esta realidad, que para cuando llego al desvio, continuo de frente por la carretera, dejando de lado el desvio al pueblecito de Orrantia y siguiendo en subida hasta Antuñano. El motivo no es otro que ganarle 1h al reloj para conciliar mas tiempo, sacrificando parte del itinerario por montaña y haciendolo mas sencillo y directo por la CL-620. En menos de 1h ya vislumbro la parte mas oriental de la Villa, con su campo de futbol y su bidegorri, del cual hago uso hasta el Puente Viejo de balmaseda.
Cruzo el puente y me mezclo con el gentio que se da cita en el Mercado medieval, decido
no correr, sino andar rapido, agilizar movimientos, realizar un continuo slalom de gente, cochecitos, niños y adultos, que se suman a los puestos de los mercaderes y que hacen que tengas que esforzarte por mantener el ritmo y la concentracion de no empujar a la gente, ni tampoco ser empujado.
En un tris ya estoy en la Plaza San Severino, donde detengo el crono, saco la foto de rigor, y seguido voy a ver que pasa por los alrededores. Doy cuenta de un cañon de cerveza con limon que devuelve jugos a mi boca para comunicarme con la gente.
Hoy he llegado bien, sin cansarme demasiado, sin forzar lo mas minimo, disfrutando mucho de la mañana, del entorno de la primera mitad del recorrido, y dejando pendiente las laderas sures de los montes de Santxosolo, que seguro mas adelante recorreré.
Ahora toca asearse, como en la actualidad, no como el medievo, y seguido disfrutar de la familia, el ambiente, las calles y callejas, los puestos, los colores, gentes y olores……
Hasta la proxima
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